Mi alma murmura un cántico sin fin,
raíz ancestral de un sendero de luz.
Aunque extranjero me nombren aquí, en el país,
en la Nación de naciones, alzaré mi voz.
Con el fervor en el pecho de una llama que guía,
hacia una estirpe eterna, que firme en su paz.
entre tinieblas y riesgos, mi espíritu ansía,
mirar a Sion, donde siempre Serás


 
   
   
   
   
   
  



